西语童话:Elescarabajo
文章作者 100test 发表时间 2007:03:14 21:05:16
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Al caballo del Emperador le pusieron herraduras de oro, una en cada pata.
¿.Por qué le pusieron herraduras de oro?
Era un animal hermosísimo, tenía esbeltas patas, ojos inteligentes y una crin que le colgaba como un velo de seda a uno y otro lado del cuello. Había llevado a su señ.or entre nubes de pólvora y bajo una lluvia de balas. había oído cantar y silbar los proyectiles. Había mordido, pateado, peleado al arremeter el enemigo. Con su Emperador a cuestas, había pasado de un salto por encima del caballo de su adversario caído, había salvado la corona de oro de su soberano y también su vida, más valiosa aún que la corona. Por todo eso le pusieron al caballo del Emperador herraduras de oro, una en cada pie.
Y el escarabajo se adelantó:
-Primero los grandes, después los pequeñ.os -dijo-, aunque no es el tamañ.o lo que importa.
Y alargó sus delgadas patas.
-¿.Qué quieres? -le preguntó el herrador.
-Herraduras de oro -respondió el escarabajo.
-¡.No estás bien de la cabeza! -replicó el otro-. ¿.También tú pretendes llevar herraduras de oro?
-¡.Pues sí, señ.or! -insistió, terco, el escarabajo-. ¿.Acaso no valgo tanto como ese gran animal que ha de ser siempre servido, almohazado, atendido, y que recibe un buen pienso y buena agua? ¿.No formo yo parte de la cuadra del Emperador?
-¿.Es que no sabes por qué le ponen herraduras de oro al caballo? -preguntó el herrador.
-¿.Que si lo sé? Lo que yo sé es que esto es un desprecio que se me hace -observó el escarabajo-, es una ofensa. abandono el servicio y me marcho a correr mundo.
-¡.Feliz viaje! -se rió el herrador.
-¡.Mal educado! -gritó el escarabajo, y, saliendo por la puerta de la cuadra, con unos aleteos se plantó en un bonito jardín que olía a rosas y espliego.
-Bonito lugar, ¿.verdad? -dijo una mariquita de escudo rojo punteado de negro, que volaba por allí.
-Estoy acostumbrado a cosas mejores -contestó el escarabajo-. ¿.A esto llamáis bonito? ¡.Ni siquiera hay estercolero!
Prosiguió su camino y llegó a la sombra de un alhelí, por el que trepaba una oruga.
-¡.Qué hermoso es el mundo! -exclamó la oruga-. ¡.Cómo calienta el sol! Todos están contentos y satisfechos. Y lo mejor es que uno de estos días me dormiré y, cuando despierte, estaré convertida en mariposa.
-¡.Qué te crees tú eso! -dijo el escarabajo-. Somos nosotros los que volamos como mariposas. Fíjate, vengo de la cuadra del Emperador, y a nadie de los que viven allí, ni siquiera al caballo de Su Majestad, a pesar de lo orondo que está con las herraduras de oro que a mí me negaron, se le ocurre hacerse estas ilusiones. ¡.Tener alas! ¡.Alas! Ahora vas a ver cómo vuelo yo. -Y diciendo esto, levantó el vuelo-. ¡.No quisiera indignarme, y, sin embargó, no lo puedo evitar!
Fue a caer sobre un gran espacio de césped, y se puso a dormir.
De repente se abrieron las espuertas del cielo y cayó un verdadero diluvio. El escarabajo despertó con el ruido y quiso meterse en la tierra, pero no había modo. Se revolcó, nadó de lado y boca arriba -en volar no había ni que pensar-. seguramente no saldría vivo de aquel sitio. Optó por quedarse quieto.